
Haciéndole eco a la Carrie de The Sex and The City -no casualmente Balan vive en Nueva York desde 1998-, Balan detecta a mujeres que apenas pisan los 30, que tienen un dominio llamativo del trabajo, amistad, vida social, viajes y dominio del cuerpo, que han invertido gran parte de su existencia en ganar la libertad y la autonomía en ámbitos prohibidos para sus abuelas, y de difícil acceso para sus madres, pero que se encuentran con una barrera casi infranqueable a la hora de hallar un compañero con quien recorrer juntos una misma senda.